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"Es más fácil atacar y estigmatizar al más débil"

(14/09) El Nuevo Pueblo dialogó en forma exclusiva con Edgardo Binstock, flamante Secretario de Prevención de las Adicciones de la Provincia de Buenos Aires, sobre el perfil que tendrá su área y el rol de los medios en la estigmatización de los adictos.

La Subsecretaría de las Adicciones es un lugar desde donde se puede marcar, según el sesgo ideológico de quien la dirige, un aspecto represivo o uno incorporador a la sociedad del adicto. ¿Cómo van a desarrollarlo desde su óptica?
Está claro que nosotros, como lo planteamos en esta jornada, entendemos al adicto no como un adicto dependiente sino como ser humano y un sujeto de derecho. Es una persona que enfrentado a un marco social y las circunstancias de su propia vida, se ha visto en la necesidad de afrontarlo con una adicción a que pueden ser legales como el mismo alcohol, o ilegales. Nosotros vamos a hacer el abordaje desde una perspectiva integral y comunitaria, entendiendo que esta crisis que abordamos es un problema social y una manifestación de problemas de fondo, por lo que vamos a abordarlo en el aspecto preventivo e integralmente con otras áreas del estado, como los problemas de fondo, y en el caso del adicto en particular con los servicios que tenemos y los que usemos de otras áreas, para ayudarlo a su curación y a superar esta situación.

¿Cómo cree que influye el enfoque que le dan algunos medios de comunicación vinculando a las adicciones con la delincuencia?
Hay una actitud maniqueísta y estigmatizadora de muchos medios. Es más fácil etiquetar a una persona, que deja de serlo para pasar a ser un delincuente; un sujeto peligroso; un menor drogado que te va a matar. Este el mensaje superficial que se manda, faltando a la verdad cuando uno analiza las estadísticas acerca del delito, y no comprendiendo que pasa con ese joven y llevándolo a una situación pero, de desesperación más grave, porque cuando ese joven ve el grado de estigmatización que hay sobre él, lo único que razona es que su vida no vale nada y lo lleva a una mayor desesperación. Lo que terminan logrando es peor de lo que sucede, porque asustan a la sociedad y a ese pibe lo llevan a la desesperación. Me parece un análisis superficial y peligroso, sobre el que tenemos que desarrollar un espíritu crítico y esta sociedad tiene que asumir en conjunto que quiere para ella. Qué quiere de sus hijos; de sus pibes. Y cuando lo defina de una vez por todas, tiene que definir también cuan tos recursos está dispuesta a invertir, porque si no está dispuesta a invertir recursos para el trabajo y la inserción; para la educación y para la salud, y solo quiere invertir recursos para la represión, después no nos quejemos.
¿Qué explicación ve para que los medios demonicen a los pibes que consumen paco y hacen la vista gorda de los delincuentes de guante blanco o cuando los tratan como empresarios, cuando han delinquido perjudicando a mucha gente?
Evidentemente hay un discurso donde es más fácil atacar y estigmatizar al más débil y subordinarse con el más poderoso. Y esa lógica del sistema se reproduce en los medios, Me asocio con el poderoso, porque aparte, no como medio de comunicación sino como medio de negocios, estoy en el mismo circuito, y el otro esta en una categoría menor. Parecería que a la sociedad hay que mostrarle un malo al cual atacar y encubrir así los problemas de fondo que llevaron a esa persona muchas veces termine si delinquiendo, para lo cual hay que tomar las medidas del caso, pero terminan encubriendo los problemas de fondo.

¿Hay una cuestión de clases también?
Yo creo que si. Hay una estigmatización del excluido; del pobre; del humilde; del morocho. Basta ver las publicidades de la televisión, la familia feliz siempre es un pibe rubiecito de un determinado sector social y la categoría de la familia es esa, el otro es el enemigo. El que hay que aislar y del que hay que aislarse. Esta fractura social que no existía hace veinte o treinta años, y que hoy se profundiza, es el núcleo del problema. Y como lo planteo la Presidenta de la república, el problema no esta en la pobreza sino en la desigualdad y es lo que nosotros tenemos que atacar y esa es la directiva que me ha dado el Gobernador, que a lo que hay que atacar son los problemas sociales de fondo, porque sino no salimos del círculo vicioso.